De: Lali Hernández
Una profecía acerca de Dumah [Edom]
Alguien me está llamando desde Seir:
“Guarda, ¿por cuánto tiempo más es de noche?
Guarda, ¿por cuánto tiempo más es de noche?”
El guarda responde:
“La mañana viene, pero también la noche.
Si quieres preguntar, ¡pregunta! ¡Regresa otra vez!”. Isaías 21:11,12
Tres semanas estos versículos sonando en mi cabeza, tres semanas levantándome con un solo pensamiento “¿guarda que hay de la noche?” (Versión RV 60), para mí no tenía sentido pero seguía pensando en ello, sabía que había algo que no estaba notando en estas palabras y era algo importante que de una u otra forma marcaria mi vida.
En aquel tiempo los guardas eran personas que se quedaban despiertos en la noches para alertar a la ciudad en caso de que algún enemigo se acercara, ellos sabían muy bien el momento en el que amanecería, ellos cuidaban del pueblo y velaban por este; hoy día aquel que vela y cuida del pueblo de Dios es el hermoso Espíritu Santo, ÉL es el guarda que nos alerta si algún enemigo quiere venir contra nosotros.
Pero hay algunos puntos importantes acerca de nuestro guarda:
“Alguien me está llamando desde Seir”
Cambiemos “Seir” y pongamos el nombre de tu ciudad, “Alguien me está llamando desde Campeche, Mérida, México, Buenos Aires etc. Llamar al guarda es lo mismo que estar en constante oración para conocer quien es aquel guarda, EL responde a todos aquellos que le llaman (si así le place) EL está esperando que le llames que desde donde estés le grites “hey guarda, hey guarda” y el atenderá tu llamado.
Tal vez estas pasando por alguna prueba o tiempo difícil en tu vida (llámese desanimo, enfermedad, depresión, etc.) pero cuando eres alguien cercano al guarda puedes llamarle y preguntar:
“Guarda, ¿por cuánto tiempo más es de noche?
Guarda, ¿por cuánto tiempo más es de noche?”
Espíritu Santo ¿Cuánto tiempo más durara esta prueba?, y es ahí cuando la dulce voz del Espíritu Santo se hace oír:
El guarda responde:
“La mañana viene, pero también la noche.
Si quieres preguntar, ¡pregunta! ¡Regresa otra vez!”
El Espíritu Santo nos dice que pronto estas aflicciones pasaran, pronto amanecerá, pero que así como la mañana viene también la noche, así como hay días en los que nos gozamos también habrán días en los que suframos y nuestro corazón se entristezca, pero no será por siempre y no será una tristeza para destrucción sino para edificación y para aprender a depender de EL.
Y al final del versículo hay un deseo tan grande en el corazón de Dios y es ahí donde me di cuenta para qué sirve la “noche” (circunstancias adversas) en nuestras vidas, el corazón de Dios nos dice:
“¡Regresa otra vez!”
Él quiere que regresemos a Él, que tengamos una relación verdadera, que le conozcamos y así aprender a ser fuertes en El para poder soportar cualquier adversidad, regresa a Dios, aunque el anochecer este siendo largo en tu vida, recuerda que un guarda (Espíritu Santo) que vela por ti y que está esperando a que lo llames, está esperando por ti.
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